“La bondad de Dios te guía al arrepentimiento” (Romanos 2:4)

la adoración como medio de purificación

Continuación de:

"La Edificación de nuestra casa espiritual".

***



En Hebreos 10:1-3 se lee:


“Pues ya que la ley sólo tiene la sombra
de los bienes futuros
y no la forma misma de las cosas,
nunca puede, por los mismos sacrificios
que ellos ofrecen continuamente año tras año,
hacer perfectos a los que se acercan.

De otra manera, ¿no habrían cesado de ofrecerse,
ya que los adoradores, una vez purificados,
no tendrían ya más conciencia de pecado?


Lo que se dice aquí es que la Ley no hace perfectos nunca a aquellos que ofrecen sacrificios conforme a ella, porque si la ley obrara el perfeccionamiento de quien cumple con los sacrificios que ella ordena, entonces no habría necesidad de continuos sacrificios para ser perfectos.

Pero de hecho el escritor de los Hebreos nos da una clave:


¡¡La adoración:
la adoración es lo que perfecciona
y purifica!!


La pregunta que surge entonces es la siguiente: ¿Qué significa ser purificado?

tojorá
femenino de H2892; purificación ceremonial; pureza moral:-expiación, limpiar, -o, purificación.

tójar
de H2891; literalmente "brillo"; purificación ceremonial:- gloria, purificación, sereno.

tajér
raíz primaria; propiamente "ser brillante"; i.e. (por implicación) ser puro (físicamente sano, claro, no adulterado; levit. incontaminado; moralmente inocente o santo)

Entonces, una persona purificada es alguien que adquiere un "brillo" especial, alguien que es "puro", alguien que no tiene nada adulterado en él.


¡¡En la adoración verdadera
es cambiada nuestra apariencia!!
¡¡Adquirimos un brillo Santo"!!


Fijemos este concepto, lo retomaremos enseguida. Regresando al tema: entendemos que una persona puede edificar su vida espiritual con diferentes materiales durante su vida.

Un edificio que tiene en su estructura oro y plata (confianza y dependencia de Dios/Elohim), o talvez también piedras preciosas (una vida de ofrenda y servicio a Dios/Elohim) en su estructura, pero....si también tiene, talvez, madera, o heno, o talvez paja. ¿a que se parece?. Pues a una casa, que en sus paredes le crece moho, o líquenes pegados a la pared, o que en el techo de esa casa crecen pequeñas plantas, así veo yo el edificio espiritual.

Ahora bien, el Padre de Gloria dejó la forma de que todavía en vida nosotros permitamos que el fuego de Dios/Elohim, caiga sobre nuestro edificio y queme aquello que puede ser quemado como la madera (idolatría), o el heno (el antisemitismo, el odio a Sión, o bien el orgullo por las riquezas terrenas), o bien la paja (idolatría como pueblo, una idolatría ancestral).

El propósito del Eterno es que cuando nos vayamos de esta vida terrena, procuremos irnos con el mayor brillo posible a través de una vida de purificación. Aunque, como veremos, si no nos dejamos tratar en esta vida, todavía hay un tiempo para tratarnos detrás del velo, cuando serán probados los materiales con los cuales construimos. Y después de ser probados quedará solo aquello que no se quema, es decir el oro, la plata y las piedras preciosas (confianza y dependencia del Eterno, y una vida de ofrenda y de servicio)

De tal manera que cuando venga el tiempo de la resurrección, cada uno se levantará con un brillo diferente, acorde al material que le quedó luego del fuego de prueba, sea en su vida terrena, o después de ella.


“Hay también cuerpos que viven en el cielo,
y cuerpos que viven en la tierra.
La belleza de los cuerpos del cielo
no es como la de los cuerpos de la tierra.

El brillo del sol no es como el de la luna
y las estrellas, y aun cada una de las estrellas
tiene un brillo distinto.

Así pasará cuando los muertos
vuelvan a la vida.”
1Corintios 15:40-42


¡¡Cada creyente traerá en la resurrección "un brillo distinto", ningún creyente tendrá el mismo brillo, y la intensidad cambiará dependiendo de como se dejó tratar mientras estuvo en vida, dependerá de cuánto quemó el fuego de Dios en el, para purificarlo, y mediante esta purificación, darle brillo!!.

¿Pero cómo hacemos para purificarnos en el plano terrenal de tal manera que adquiramos "brillo", de tal manera que caiga el fuego de Dios/Elohim y nos purifique?


¡¡Reparando el Altar de adoración
de nuestro corazón!!

¿Pero qué altar debemos de reparar, uno como el de bronce del Tabernáculo del desierto o uno como el de Elías de doce piedras no labradas?. El Altar de bronce del Tabernáculo nos ministra Ley, pero el Altar de las doce piedras empapadas de agua que Elías construyó para combatir la idolatría de la Casa de Israel nos ministra Restauración y Poder de lo Alto. Debemos de reparar el Altar de Elías en nosotros, siendo nuestro corazón el Altar mismo, pero debemos restaurarlo atendiendo/entendiendo lo que él proféticamente hizo.


“Y reparó el altar del SEÑOR
que había sido derribado.
Elías tomó doce piedras
conforme al número de las tribus
de los hijos de Jacob,
a quien había venido la palabra del SEÑOR,
diciendo: Israel será tu nombre

Y con las piedras edificó un altar
en el nombre del SEÑOR,
e hizo una zanja alrededor del altar,
suficientemente grande para contener
dos medidas de semilla.
Dispuso después la leña,
cortó el novillo en pedazos
y lo colocó sobre la leña.
Y dijo: Llenad cuatro cántaros de agua
y derramadla sobre el holocausto
y sobre la leña.

Después dijo: Hacedlo por segunda vez;
y lo hicieron por segunda vez.
Y añadió: Hacedlo por tercera vez;
y lo hicieron por tercera vez.
El agua corría alrededor del altar,
y también llenó la zanja de agua.
Y sucedió que a la hora de ofrecerse
el sacrificio de la tarde,
el profeta Elías se acercó y dijo:
Oh SEÑOR, Dios de Abraham,
de Isaac y de Israel,
que se sepa hoy que tú eres Dios en Israel,
que yo soy tu siervo y que he hecho
todas estas cosas por palabra tuya.
1Reyes 18:30-39


Consideremos también Malaquías 4:5-6, que nos habla sobre Elías en los días finales:


”He aquí, yo os envío a Elías el profeta,
antes que venga el día de YaHVéH
grande y terrible.
El convertirá el corazón de los padres á los hijos,
y el corazón de los hijos a los padres:
no sea que yo venga,
y con destrucción hiera la tierra".


En estos pasajes está la revelación de como debe de ser el Altar de nuestro corazón para que caiga el fuego de Dios y queme lo que no sirve.


1.-

El Altar era hecho de 12 piedras, conforme las doce tribus del Israel unificado, esto quiere decir que para reparar el Altar en donde se adore conforme al corazón de Dios, debe de haber revelación y anhelo de la necesidad de la unificación de las dos casas: Judá e Israel llegando a formarse el "Israel de Dios" en nuestro corazón. Y esto también nos habla de llegar a ser gobernados por Dios, Israel en hebreo significa: "Dios gobernará".

(las dos medidas de semilla que es la medida de la zanja que se llena de agua hacen alusión a la Palabra completa: el AT y el Nuevo Testamento. Las tres veces que se vierte el agua en el altar hace alusión al "tercer día" que es el tiempo profético marcado para el retorno a su pueblo del Mesías de Israel (Oseas 6:2) - y ya entramos en ese tercer día -. Y el sacrificio es hecho en la hora de la tarde, señalando que esta es una profecía para estos días postreros, algo que debemos hacer en estos días)


2.-

Debe de haber algo a ser sacrificado, en este caso nuestro hombre natural o carnal, nuestra vida conformada por el mundo representada en la Escritura muchas veces como nuestro “corazón” voluble y engañoso (Jeremías 17:9). Este debe de ser puesto en el Altar en holocausto:


"Por eso hermanos, les ruego
que entreguen toda su vida
como sacrifico vivo a Dios,
quien nos ha mostrado compasión.
Esa ofrenda que es su vida
debe estar dedicada solamente a Dios
para poder agradarle.
Esta clase de adoración es
la que realmente tiene sentido".
Romanos 12:1


3.-

Debe ser empapado el Altar con 12 cántaros de agua, es decir la revelación de la unificación de las dos casas (Judá e Israel = 12 tribus), que significa la restauración del Tabernáculo de David que está caído (Amós 9:11). Esta revelación, que es para estos días, debe estar presente en nosotros. Dios no manifiesta todo su Poder sion ante "todo" su pueblo santo.Dice la oración de Elías: "eres Dios, y ... has hecho volver sus corazones" y “que se sepa hoy que tú eres Dios en Israel”, lo que era un recordatorio a la rebelde y apóstata Casa de Israel que Elohim es Dios de “todo Israel”, no solo de la casa de Judá y que a Él deben volverse de su idolatría.


4.-

Elías – o el espíritu de Elías - vienen al final de los tiempos “antes del día de YaHVéH grande y terrible”. Este es nuestro tiempo. Y viene a convertir el corazón de los padres a los hijos y de los hijos a los padres refiriéndose a la restauración de la Casa de Israel contenida hoy en la Iglesia a sus patriarcas hebreos y al seno de la comunidad de Israel de donde había sido arrancada por su pecado de idolatría. Esto agrehga a lo dicho antes: “que se sepa hoy que tú eres Dios en Israel”.

Cuando todos estos elementos estén presentes, entonces podremos levantar un clamor al Padre, y este responderá haciendo descender fuego del cielo que quemará todo: el Altar, la leña, el sacrificio y el agua con la semilla puesta en la zanja...

Esto sucederá literalmente en el final de los días (Joel 2:28), pero hoy hay "goterones" de ese momento glorioso. Hoy cuando tu levantas adoración verdadera al Padre, adoración que involucra: arrepentimiento, confesión de pecados, acción de gracias, fruto de labios que confiesan su nombre, y amparo al necesitado cae la Gloria de El, cae el fuego del cielo y quema en nuestro edificio lo que no sirve, lo que debe de ser quitado: madera, heno, paja, para que el brillo y la gloria de Dios/Elohim, nos llene y nos cambie.


***

En el AT, la purificación se hacía utilizando la sangre de los animales.

Estos animales eran escogidos por los sacerdotes, poniéndoles un "sello" en el cuerno para apartarlos para sacrificio, es decir dentro de la manada, no todos eran escogidos, sino solo los que reunían los requisitos que los sacerdotes exigían de acuerdo a las instrucciones de Moisés.

La sangre de esos animales era solo para “purificación de la carne”, pero la sangre de Cristo purifica nuestra “conciencia” – nuestro vida – de obras muertas:


“Porque si la sangre de los machos cabríos
y de los toros, y la ceniza de la becerra rociada
sobre los que se han contaminado,
santifican para la purificación de la carne,
¿cuánto más la sangre de Cristo,
el cual por el Espíritu eterno se ofreció
a sí mismo sin mancha a Dios,
purificará vuestra conciencia
de obras muertas para servir
al Dios vivo?
Hebreos 9:13-14


Por eso es que el Padre "selló" a su hijo para llevarlo voluntariamente al "sacrificio perfecto":


“...porque a éste es a quien el Padre,
Dios, ha marcado con su sello”.
Juan 6:27


Y ese sacrificio del Cordero de Dios, nos hace perfectos para siempre:


“Porque por una ofrenda
El ha hecho perfectos para siempre
a los que son santificados”.
Hebreos 10:14


***


El medio de purificación hoy para nuestro corazón/vida contaminado, de modo que el fuego de Dios caiga en nuestro Altar, es la verdadera ADORACIÓN.

Adorar es experimentar un arrepentimiento genuino, con confesión de pecados y acción de gracias, levantando nuestras manos hacia Él y pronunciando un cántico nuevo, un canto no aprendido pero que expresa nuestra gratitud al Padre por habernos donado el Sacrificio que nos hace perfectos a sus ojos (Hebreos 10-14) y nos hace aptos para entrar en el Santísimo (Hebreos 6:19).

Adorar es tener perfecto entendimiento de la unidad de Judá e Israel y anhelar el día en que estaremos unidos nuevamente en un solo pueblo - el "Israel de Dios" - en el mundo venidero/athid lavo bajo el gobierno cubierto de Gloria del Hijo de David (Jeremías 23:6, Oseas 1:11, Amos 9:11). Este sentimiento de unidad de la Casa de Israel con la Casa de Judá es el “espíritu de Elías” de los últimos días que unirá los padres – Abraham, Isaac y Jacob – con sus hijos - la descendencia de la Casa de Israel –, y los hijos con los padres, “antes que venga el día de YaHVéH, grande y terrible”. (Malaquías 4:5-6).

Adorar es “visitar al huérfano y las viuda en sus tribulaciones” (Santiago 1:27), a los desamparados de este mundo, porque nosotros éramos huérfanos y estábamos separados de la comunidad de Israel. Estábamos “sin Dios y sin esperanza”, y ahora tenemos Padre y comunión con Israel, tenemos Marido y Redentor (Isaías 54:5).

Adorar es ofrecer toda nuestra vida a Él, y mantenernos “sin mancha del mundo”, no ambicionando nada de este siglo, sabiendo que este mundo pasa, pero Su Palabra permanece. Esto es lo que quiere decir: “El agua corría alrededor del altar, y también llenó la zanja de agua”.


“...la hora viene, y ahora es,
cuando los verdaderos adoradores
adorarán al Padre en espíritu y en verdad”


¡Amen y Amén!

Dr. César Garavito
Guatemala.


***

Gracias César

El Dr. César Garavito tiene un ministerio:
www.unidaddevaras.blogspot.com





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