TODOS VOSOTROS ENCENDÉIS FUEGO,
EN DOLOR SERÉIS SEPULTADOS

“He aquí que todos vosotros
encendéis fuego,
os rodeáis de teas:
pues andad a la luz de vuestro fuego
y de las teas que encendisteis.
De mi mano os vendrá esto:
en dolor seréis sepultados.
(Isaías 51:11)

En estos días se publicaron estudios que afirman que la exposición de los niños a los juegos violentos - los de máquinas y los de computadora - y a escenas violentas en la TV, los predisponen a reaccionar violentamente cuando son contradichos, a estar inquietos permanentemente y a la rebeldía en general contra cualquier autoridad (¿era muy obvio, no?). Sumemos a esto que la Internet es vehículo privilegiado de la pornografía y especialmente de la pornografía infantil. Que los teléfonos móviles en manos de adolescentes adelantan por lo menos dos años su iniciación sexual exponiéndolos a peligros de todo tipo. Y que los chat sin control son una un instrumento perfecto para la seducción de inocentes y/o incautos/as. Antes el peligro estaba afuera, ahora está en la habitación de nuestros niños y adolescentes, si en ella hay Internet. Y si pasamos a la sala, los programas de TV - tanto en los canales como en la TV abierta - son inconvenientes en cualquier horario. Y estos no son solo peligros para hogares privilegiados, estos medios tienen tanta penetración que llegan por igual a ricos, pobres, clase media y aún marginados.

En mi país - Uruguay – hoy de nuevo se intenta la aprobación de la despenalización del aborto en el senado, que fue rechazada hace pocas semanas. Muchos creen que un ser humano pequeñito, de algunos centímetros, pero ya completo – mente, alma y espíritu - adentro del vientre materno no es tan ser humano como el que tiene algun tiempo más de crecimiento. Y por lo tanto descuartizarlo no está tan mal hoy, como se creía con toda obvidad antes: “hemos progresado” en nuestro entendimiento. En realidad matar a cualquiera y por cualquier motivo - aún a si mismo - hoy no es tan infrecuente y no se necesitan grandes razones para hacerlo. Una carga de violencia, sensualidad y sexualidad sin control se ha pegado como un napalm mortal en la piel de esta sociedad crepuscular.

La Palabra advierte que los “fuegos” que encendimos, y de los cuales nos rodeamos, esto es, las lucecitas de nuestros aparatos electrónicos y el parpadear omnipresente de pantallas, pantallitas y grandes pantallas de plasma, nos conducirán al dolor y la muerte. Tal vez quienes hoy levanten la mano en el senado uruguayo no sepan que también han sido moldeados el napalm pegajoso de esta verdadera cultura de la muerte y que actúan como zombis acallando la voz de su conciencia o casi sin ella. Y es seguro que no van a dedicar esfuerzo similar a intentar controlar los fuegos fatuos de nuestra civilización electrónica. Y así seguiremos impunemente moldeando conciencias atrofiadas – compulsivas - que no respetan el valor de la vida, ni andan en temor de Dios.

Por lo demás, la educación sexual que acompaña esta bochornoza "despenalizacion" del crimen de los inocentes llamada pomposamente "Ley de Salud Reproductiva, consiste en desestructurar por completo la personalidad y el autocontrol del niño, entronizando desde edades tempranas la sensualidad en sus aspectos mas desviados y morbosos como lícita, saludable y aún necesaria. Es la apoteosis del manoseo y la condena del pudor mas elemental.

Dice el Señor:

"De mi mano os vendrá esto:
en dolor seréis sepultados".

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