“La bondad de Dios te guía al arrepentimiento” (Romanos 2:4)

entrando en la dimensión celestial


El Dr César Garavito envía
desde Guatemala
este estudio:


***


En Deuteronomio 28:12 leemos:


“Abrirá el SEÑOR para ti su buen tesoro, los cielos,

para dar lluvia a tu tierra a su tiempo y para bendecir

toda la obra de tu mano; y tú prestarás a muchas

naciones, pero no tomarás prestado”.


Una de las promesas de Dios/Elohim para aquellos que obedecen sus mandamientos y los ponen por obra, es que El abrirá su "buen tesoro": los cielos.


La palabra "bueno" en hebreo es "tob" y dentro de sus acepciones, significa algo agradable, algo abundante, de beneficio, algo que provoca éxito, que prospera, que rebosa. Y la palabra tesoro es "Otzar" que significa: depósito, alfolí, bodega, granero.


Es decir que los cielos son grandes depósitos, grandes "graneros" llenos de cosas buenas para los hijos de Dios.


Esto lo creemos, lo entendemos en su Palabra, pero la pregunta que puede hacerse es: ¿será que tengo que esperar a morir para entrar en el "cielo", o ahora que estoy sobre la tierra tengo opción de experimentar esa dimensión gloriosa?


Primero recordemos algunos pasajes en que Palabra nos habla del "cielo":


“El SEÑOR ha mirado desde los cielos

sobre los hijos de los hombres

para ver si hay alguno que entienda,

alguno que busque a Dios”.

Salmos 14:2


... ¿por qué estáis mirando al cielo?

Este mismo Jesús, que ha sido tomado

de vosotros al cielo, vendrá de la misma manera,

tal como le habéis visto ir al cielo.

Hechos 1:11


“Porque Cristo no entró

en un lugar santo hecho por manos,

... sino en el cielo mismo,

para presentarse ahora

en la presencia de Dios por nosotros”,

Hebreos 9:24


“Después de esto miré,

y vi una puerta abierta en el cielo;

y la primera voz.. decía:

Sube acá y te mostraré las cosas

que deben suceder después de éstas”.

Apocalipsis 4:1


Y sabemos también que el pecado hace separación entre Dios y el hombre: entre el cielo y la tierra.


Ahora bien, escuche esta declaración dada por el mismo Jesús:


“Nadie ha subido al cielo,

sino el que bajó del cielo, es decir,

el Hijo del Hombre que está en el cielo”.

Juan 3:13


Aquí el Señor afirma – según la mayoría de las traducciones -, NO solo que había estado y estaría en el cielo, sino que en ese preciso momento "estaba" en el cielo.


¿Se refería Él a una experiencia real o a una metáfora?. Leamos Mateo 3:16-17:


“Después de ser bautizado,

Jesús salió del agua inmediatamente;

y he aquí, los cielos se abrieron,

y él vio al Espíritu de Dios que descendía

como una paloma y venía sobre El.

Y he aquí, se oyó una voz de los cielos que decía:

Este es mi Hijo amado en quien me he complacido.

Mat 3:16-17


Jesús vio los "cielos abiertos" en el Jordán y oyó la voz audible del Padre, ¿los cielos se cerraron después de este acontecimiento?


NO los “cielos abiertos” siguieron abiertos como una dimensión espiritual permanente a lo largo de todo Su ministerio terrenal.


Josué - cuyo nombre en hebreo es igual al de Jesús: Salvador - cruzó - mas de mil años antes - el mismo Jordán en donde Jesús fue bautizado. Y en esa oportunidad YaHVéH le pidió que eligiera un hombre de cada una de las doce tribus de Israel y que tomaran cada uno una piedra. Y esos doce hombres cruzaron el Jordán junto con el Arca cargando cada uno una piedra/testimonio. Y luego:


“Josué erigió en Gilgal las doce piedras

que habían traído del Jordán.


Y dijo a los hijos de Israel:

«Cuando el día de mañana os pregunten

diréis a vuestros hijos:

"Israel pasó en seco por este Jordán,

porque YaHVéH , vuestro Dios,

secó las aguas del Jordán delante de vosotros...

de la misma manera que YaHVéH vuestro Dios,

había hecho en el Mar Rojo,

el cual secó delante de nosotros hasta que pasamos

para que todos los pueblos de la tierra conozcan

que la mano de YaHVéH es poderosa,

y para que temáis[ia YaHVéH vuestro Dios,

todos los días"».

Josue 1:20-24


De modo que esas doce piedras dan testimonio de un cambio en la posición del pueblo de Dios/Elohim subiendo un escalón en el Propósito divino. Y dan testimonio de la purificación a que fueron convocados por Josué antes de ese pasaje. Y de las doce tribus que componen Israel. ¡¡Solo ante ellas - las doce - el Altísimo manifiesta su Gloria y su poder sin restricciones!!.


El Jordán que cruzó Josué nos recuerda la circuncisión, o sea el momento de quitar la carne de nosotros. Y el Jordán del bautismo de Jesús completa esa circuncisión y perfora los cielos llevándonos hasta el Santísimo. Esto es lo que dice Hebreos 6:19 refiriéndose a la Promesa que hizo YaHVéH a Abram de abundancia y multiplicación de su descendencia, que es el origen de la ejecución del plan de redención de la humanidad:


"la cual tenemos como segura y firme

ancla del alma que penetra hasta dentro del velo”


esto es, el recuerdo de la "esperanza propuesta" a Abram por YaHVéH y la fe en ella ¡¡nos lleva hasta el Santísimo del Templo celestial!.


Y este acceso al Santísimo se abre a nosotros cuando nos bautizamos en Cristo Jesús, en su muerte y resurrección.



***


Elías estaba espiritualmente en el Santísimo cuando habló con Acab.


Entonces Elías tisbita, ... dijo a Acab:

Vive el SEÑOR, Dios de Israel,

delante de quien estoy,

que ciertamente no habrá rocío

ni lluvia en estos años,

sino por la palabra de mi boca”.

1Reyes 17:1


Hablamos en otro estudio de como Elías restauró el Altar de la adoración verdadera y como así descendió fuego del cielo, consumió la ofrenda y ministró arrepentimiento a un pueblo rebelde. Y esto con el Altar de las doce piedras y los doce cántaros de agua que las empaparon - que nos recuerda a las doce piedras que cubrió el agua del Jordán cuando Josué/Jesús lo cruzó llevando al pueblo a otra dimensión, y el majano de Golgal, recordatorio de las proezas de YaHVéH a favor de su pueblo. Y Elías retornará en los días finales y traerá el mismo espíritu y de arrepentimiento a una “cristiandad” apóstata y sin entendimiento de su relación con "todo Israel" para llevar a un remanente santo de su pueblo a una dimensión: la dimensión celestial:


¡¡Vive el SEÑOR, Dios de Israel,

delante de quien estoy!!


El testimonio de “todo Israel” (Romanos 11:27), esto es: del ISRAEL DE DIOS, es lo único que desata completamente el favor del Altísimo - sus portentos y maravillas - para con su pueblo santo. Y pronto de nuevo existirá "todo Israel" y su pueblo entrará en otra dimensión.


¡¡Vienen días gloriosos sobre la faz de la tierra como nunca se han visto!!


Estamos en el umbral del derramamiento de la gloria de Dios/Elohim, está muy próximo a "descender el fuego de Dios del Cielo" sobre nuestras cabezas, si confiados esperamos la Promesa.


Ni la cristiandad que olvidó a la Casa de Judá, ni la Casa de Judá que olvidó a la otra "familia" de YaHVeH: Israel/"Efraín" contenida en misterio en las iglesias de Cristo pueden recibir el favor completo de Dios/Elohim. Solo “todo Israel” - el ISRAEL DE DIOS santificado y justificado por la sangre del Cordero - que pronto se manifestará, puede hacerlo.


***


Sepamos entonces que el fuego descenderá sobre aquellos que hayan restaurado su Altar interior a partir del entendimiento de las dos casas: Judá e Israel, pues el Altar que levantó Elías sobre el cual cayó el fuego del cielo, estaba formado por doce piedras que representaban el "levantamiento del Tabernáculo de David que está caído" (Amos 9:11). O, dicho de otra forma, el fuego caerá cuando se unan las dos varas de Ezequiel 37: Judá e Israel. Solo entonces se abrirá el “deposito del cielo” sobre la tierra y el pueblo santo - los escogidos y fieles - experimentará la Gloria de Dios como nunca antes.


Es sobre corazones lavados por la Palabra - y no sobre emociones "saltarinas" - que caerá fuego del cielo cuando se manifieste el “ISRAEL DE DIOS” en las iglesias de Cristo. Y de allí en adelante el pueblo santo vivirá en la dimensión celestial en medio de tribulaciones y estará pronto para ser trasladado a la Sión del mundo venidero/atid lavoh cuya sustancia está hoy en el cielo, pero que bajará a la tierra como dice Oseas 2:21:


“En aquel tiempo yo responderé,

dice YaHVéH; responderé a los cielos,
y ellos responderán a la tierra”


Eso quiere decir: “Abrirá el SEÑOR para ti su buen tesoro, los cielos”.


***


Prepárate porque la Gloria viene, prepara tu corazón hoy purificándolo, limpiándolo con el agua de la Palabra y te convertirás en el "verdadero adorador" que El anda buscando.


LOS CIELOS ESTÁN A PUNTO DE SER ABIERTOS Y DERRAMARAN FUEGO QUE HARÁ CENIZAS TU OFRENDA: TU CORAZÓN, Y UN AROMA AGRADABLE INVADIRÁ EL SANTÍSIMO.


¡¡Amen!!

Dr. César Garavito

Guatemala

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Gracias César

El Dr. César Garavito tiene un ministerio:
www.unidaddevaras.blogspot.com











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