“La bondad de Dios te guía al arrepentimiento” (Romanos 2:4)

el entendimiento: clave para la fructificación



El Dr César Garavito envía

desde Guatemala
este estudio:


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En la parábola del Sembrador, Jesús/Yeshua, nos dejó la clave para dar el fruto espiritual que, como cristianos, debemos anhelar:



“ He aquí, el sembrador salió a sembrar;
... parte de la semilla cayó junto al camino,
y vinieron las aves y se la comieron.
Otra parte cayó en pedregales
donde no tenía mucha tierra;...
pero cuando salió el sol, se quemó;
y porque no tenía raíz, se secó.
Otra parte cayó entre espinos;
y los espinos crecieron y la ahogaron.
Y otra parte cayó en tierra buena y dio fruto,
algunas semillas a ciento por uno,
otras a sesenta y otras a treinta.
El que tiene oídos, que oiga.
Mateo 13:3-9


Todos los misterios del Reino de Dios Jesús los habló en parábolas ya que como El dijo a los suyos:


“... a vosotros se os ha concedido
conocer los misterios del reino de los cielos,
pero a ellos no se les ha concedido.
Porque a cualquiera que tiene, se le dará más,
y tendrá en abundancia;
pero a cualquiera que no tiene,
aun lo que tiene se le quitará.
Mateo 13:12


Y cuando Jesús/Yeshua les da la interpretación de la parábola, les dice:


“A todo el que oye la palabra del reino
y no la entiende,
el maligno viene y arrebata lo que fue sembrado
en su corazón.
Este es aquel en quien se sembró la semilla
junto al camino...

Y aquel en quien se sembró la semilla en pedregales,
éste es el que oye la palabra
y enseguida la recibe con gozo;
pero no tiene raíz profunda en sí mismo,
sino que sólo es temporal, y cuando por causa
de la palabra viene la aflicción o la persecución,
enseguida tropieza y cae.

Y aquel en quien se sembró la semilla
entre espinos, éste es el que oye la palabra,
mas las preocupaciones del mundo
y el engaño de las riquezas ahogan la palabra,
y se queda sin fruto.

Pero aquel en quien se sembró la semilla
en tierra buena, éste es el que oye la palabra
y la entiende, éste sí da fruto y produce,
uno a ciento, otro a sesenta y otro a treinta.
Mateo 13:23


Vea entonces que la clave de fructificar es:


"Entender la Palabra".


En qué consiste “entender” la Palabra?: Dios se le apareció a Salomón una noche, y le dijo:


“ Pide lo que quieras que yo te dé.
Entonces Salomón dijo:
...Tu siervo está en medio de tu pueblo al cual escogiste,
un pueblo inmenso que no se puede numerar ni contar
por su multitud.
Da, pues, a tu siervo un corazón con entendimiento
para juzgar a tu pueblo
y para discernir entre el bien y el mal...”
1 Reyes 3:5-9


Salomón entre lo que pide a Dios/Elohim, le pide: "Entendimiento".


Entendimiento: shamá: raíz primaria; oír inteligentemente (a menudo con implicación de atención), obediencia: -advertir, anunciar, atención, atender, atentamente, atento, conceder, consentir, contar, convenir, convocar, dar oídos, decir, declarar, discernir, divulgar, dócil, entender, entendido, escuchar, exclamar, fielmente, juntar, llegar, mirar, obedecer, obediente, de oídas, oído, oír, (poner, prestar) atención, pregonar, proclamar, publicar, recibir, resonar, saber, sonar, testigo.


Aquí vemos que una forma de definir "entendimiento" es:


"Oír inteligentemente con el propósito de Obedecer".


Cuando Moisés habló al pueblo de parte de Dios/Elohim, le dio mandamientos, estatutos y decretos, pero empieza con algo fundamental:


“Escucha, oh Israel,
el SEÑOR es nuestro Dios,
el SEÑOR uno es.
Amarás al SEÑOR tu Dios con todo tu corazón,
con toda tu alma y con toda tu fuerza”.
Deuterenomio 6:4-5


Escucha, es lo mismo que oye, y esto en hebreo es:


"Shama"= Oir inteligentemente para obedecer.


El primer y gran mandamiento es:


"Oye y obedece"


Samuel el Profeta le dijo a Saúl:


“... ¿Se complace el SEÑOR tanto en holocaustos
y sacrificios como en la obediencia a la voz del SEÑOR?
He aquí, el obedecer es mejor que un sacrificio,
y el prestar atención, que la grosura de los carneros.
Porque la rebelión es como pecado de adivinación,
y la desobediencia, como iniquidad e idolatría.
Por cuanto has desechado la palabra del SEÑOR,
El también te ha desechado para que no seas rey.
1 Samuel 15:22-23


Obediencia en ese texto es: "Shama".


Con estas bases de la escritura podemos concluir que:


"Entender la Palabra"
es

"Obedecerla, ponerla por obra".
y
"Cuando se pone por obra la Palabra: Fructificamos!!


Regresando a la parábola del Sembrador. El que oye la palabra y no la entiende es porque su corazón no es obediente. Puede que sea una persona religiosa, alguien que parece "muy espiritual", pero le falta un ingrediente básico en el evangelio: "Un corazón obediente". Vemos en la escritura que el desobediente tiene un corazón idólatra y hay iniquidades en el. La idolatría y la iniquidad no le permiten obedecer la palabra, y al no obedecerla se queda sin fruto. "Obediencia = Fructificación".


Para tener un corazón obediente es fundamental la limpieza, la purificación del corazón. Antes de empezar a entender la Palabra entonces, es necesario ser libre de toda forma de iniquidad heredada de nuestros padres y de renunciar a toda forma de idolatría del corazón.


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Un elemento utilizado por Dios/Elohim en sus hijos para que aprendan a ser obedientes es el sufrimiento:


“Cristo, en los días de su carne,
habiendo ofrecido oraciones y súplicas
con gran clamor y lágrimas
al que podía librarle de la muerte,
fue oído a causa de su temor reverente;
y aunque era Hijo, aprendió obediencia
por lo que padeció;
y habiendo sido hecho perfecto,
vino a ser fuente de eterna salvación
para todos los que le obedecen”,
Hebreos 5:7-9


El Mesías estando en "semejanza de hombre", en los días de su carne, cuando habitó terrenalmente como Jesús/Yeshua, aprendió obediencia a través del sufrimiento, del padecimiento.

Nosotros así mismo, tomando ejemplo de El, tendremos tiempos de padecimiento, de sufrimiento en nuestra alma. Tiempos de trato para aprender a despojarnos de lo temporal, de lo terreno y aprender a valorar lo espiritual, lo eterno, lo que no se ve, en contraposición a lo que se ve, a lo que nos provoca satisfacción en nuestra carne.


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Concluyamos entonces diciendo que el entendimiento de la Palabra para poder fructificar, esta directamente relacionada con un corazón obediente.

Y el corazón obediente se da cuando el creyente se limpia de toda idolatría y de toda iniquidad heredada de sus padres y antepasados.

Para llegar a ser obediente se debe pasar un tiempo de padecimiento en el alma, porque incluso nuestro modelo a seguir, el Mesías Jesús lo pasó durante su estadía terrena. Cuanto más nosotros, y a medida que experimentemos los sufrimientos de Cristo, igualmente habremos de vivir tiempos de consuelo de parte de El.

Dr. Cesar Garavito
Guatemala

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Gracias César

El Dr. César Garavito tiene un ministerio:
www.unidaddevaras.blogspot.com







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